El consejero de Interior, Rodolfo Ares, ha decidido potenciar la Unidad Antiterrorista de la Ertzaintza y darle un rango prácticamente de Jefatura de División en el organigrama de la futura cúpula policial. Al frente de esta unidad, sobre la que históricamente ha pesado una sospecha de enchufismo y de control político por parte del PNV, el consejero tiene previsto colocar a un comisario de dilatada experiencia y formación, y con predicamento en las bases de la policía vasca, según fuentes policiales.
El comisario que se perfila como futuro jefe de la lucha antiterrorista está en la actualidad destinado como nagusi (jefe) en la comisaría vizcaína de Sestao. Tiene por delante la difícil papeleta de redefinir una unidad que ha caído en un profundo descrédito interno por las purgas realizadas por su actual jefatura y por la manifiesta incapacidad para detener comandos de la organización terrorista ETA en los últimos años o incluso los principales grupos de violencia callejera que operaban en Euskadi, que han sido desmantelados prácticamente en su totalidad por la policía española.
El nuevo equipo recupera a mandos purgados en la etapa anterior
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El anterior responsable de Interior, Javier Balza, negó siempre cualquier sombra de tutela política en la unidad frente a ETA y argumentó que la falta de detenciones de etarras en Euskadi se debía a la imposibilidad de acceder a la información operativa que llegaba de Francia y a la no inclusión de la Ertzaintza en el espacio de seguridad de la Unión Europea (Schengen).
El consejero de Interior tiene más novedades en el futuro organigrama de su departamento: ha decidido crear una nueva jefatura de División: la de Tráfico, tal y como adelantó este periódico la semana pasada.
Ares explicará hoy en Vitoria, en su comparecencia vespertina ante la comisión correspondiente del Parlamento, las líneas maestras de los "profundos cambios" -también organizativos- que tiene previsto realizar en los próximos cuatro años. El lema del consejero y su equipo más directo -por consejo de su alter ego en la política española, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba- es "ir muy despacio, asentar los cambios en profundidad con el horizonte del final de la legislatura y evitar cualquier resbalón", según fuentes conocedoras de las conversaciones entre ambos políticos socialistas. El primer movimiento en ese sentido, que fue muy bien acogido en el colectivo de la policía vasca, fue el nombramiento de un profesional como el comisario José Antonio Varela para dirigir la Ertzaintza. Ares quiere continuar avanzando por esa senda de la despolitización de la cúpula judicial. En ese mismo camino se interpretan las personas que se perfilan para conformar la futura cúpula policial: entre ellos se encuentra, precisamente, un ex jefe de la lucha anti ETA, en la actualidad destinado en una comisaría de Vizcaya, o el jefe de Ardatz (las comunicaciones de la policía autónoma), un comisario destinado en la macrocomisaría de Erandio. Este mando policial fue la persona que, junto al nuevo director de la Ertzaintza, actuó de cicerone en la visita sorpresa girada por Ares a esa gran instalación policial -denominada en el argot de los ertzainas el pentágono vasco- el mismo día que se jugaba la final de la Copa del Rey en Valencia.
Otra de las novedades, anunciada por Patxi López en su discurso de investidura del pasado 5 de mayo, fue la creación de la Oficina de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género, vinculada a Interior. Este nuevo organismo estará dirigido por la doctora Mariola Serrano, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Deusto. Ares tiene previsto que dicha oficina se coordine con el resto de consejerías que tengan competencias en la materia -básicamente, Políticas Sociales y Justicia- y con Emakunde para establecer una política "integral" contra esta "otra forma de terrorismo que es la violencia de género", en palabras del lehendakari. Tras la comparecencia de hoy, Ares tiene una agenda bastante completa. Pretende mantener reuniones discretas con todos los partidos políticos para explicar los cambios y las personas que los pilotarán.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de junio de 2009