El viaje de Barack Obama por Oriente Próximo ha dejado de manifiesto que el presidente de Estados Unidos tiene un discurso diametralmente opuesto a su antecesor George W. Bush. Un discurso más en la línea de la Alianza de Civilizaciones propuesta hace ya algunos años por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Y esto es, precisamente lo que pone nerviosos a los líderes del Partido Popular. Si algún día, el líder europeo con mayor afinidad a Obama fuese Zapatero, Rajoy y los suyos se quedarían boquiabiertos.
Puede que la expresión de Leire Pajín, sea desmesuradamente optimista. Pero eso no justifica al PP para lanzarse al degüello contra la secretaria de Organización del PSOE. Obama y Zapatero presentan, hoy por hoy, la misma concepción progresista de la política. Lo consigan o no, su política está basada en el acercamiento y no en el enfrentamiento.
Eso que podría ser, y lo es, motivo de orgullo para España, para la derecha es motivo de mofa y menosprecio. ¿Por qué? Porque se quedarían desarbolados. No pueden concebir que España alcance prestigio y progreso mundial sin ser ellos los hacedores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de junio de 2009