Al fin se acabó el conflicto. Los miembros del Screen Actors Guild (SAG), el mayor sindicato de actores de Estados Unidos, aprobaron ayer por amplia mayoría el nuevo convenio colectivo que regirá sus relaciones con los estudios de cine y televisión. El 78% de los intérpretes que votaron aprobaron el renovado marco laboral que estará en vigor hasta el 30 de junio de 2011. El 35,26% de los 110.000 miembros del SAG intervino en la votación, un porcentaje superior a la media en una organización acostumbrada al escaso interés participativo de sus integrantes.
El resultado del referendo puso fin así a más de un año de tiranteces con la patronal, la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), con la que se empezó a negociar en abril de 2008 para reformar el acuerdo que caducaba el 30 de junio de ese año.
Durante meses, las radicales diferencias entre los negociadores alentaron el rumor de una posible huelga, al estilo de la que habían vivido antes los guionistas. Tanta tensión, y el apoyo de posturas conciliadoras por las principales estrellas de Hollywood, rompió la unidad del Comité Directivo del SAG y provocó la dimisión del negociador jefe del convenio colectivo, Doug Allen. Su sustituto, John McGuire, ha logrado un convenio que abarca televisión, cine y producciones para nuevos medios, con mejoras salariales y de contribución a las pensiones, así como en las ganancias que obtendrán los artistas de los contenidos en plataformas no convencionales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de junio de 2009