El empuje de los valores bancarios españoles continúa acercando al Ibex 35 a la zona de máximos anuales, siempre y cuando los altibajos de la Bolsa de Nueva York lo permitan.
A lo largo de la mañana, y en ausencia de noticias significativas, el Ibex 35 llegó a superar el nivel de los 9.700 puntos, lo que suponía ganar más del 2%. Algunos valores bancarios se anotaban subidas de más del 3%, Telefónica ganaba más del 1% e Inditex aportaba un buen impulso tras la publicación de sus resultados, pero las dudas que mostraba la Bolsa de Nueva York en su apertura fueron suficientes para apaciguar los ánimos de los inversores.
Al cierre de esta sesión el principal índice de la Bolsa española quedó en 9.627,60 puntos, con una subida del 1,37%. Los valores medianos y pequeños tampoco lograron grandes avances al final del día y sus índices subieron el 0,84% y el 0,52%, respectivamente.
La Bolsa de Nueva York se vio frenada en sus posibilidades de subida (acabó bajando)por el dato del déficit comercial del pasado abril, que creció ligeramente ante un nuevo retroceso de las exportaciones. La ausencia de demanda externa está castigando también a la economía estadounidense, lo que viene a dar la razón a aquellos que insisten en que la recuperación va a ser muy larga.
Para complicar las cosas un poco más, el descenso en el dato semanal de reservas de crudo, gasolina y destilados facilitó una nueva subida del precio del petróleo, que en Estados Unidos se situaba por encima de los 71 dólares el barril y en Europa superaba los 70 dólares. La rápida escalada del precio del petróleo parece un buen argumento para no temer una fase aguda de deflación, pero el temor a una subida de los precios en plena recesión constituye una preocupación adicional.
Los inversores continúan apostando por el rápido final de la recesión, que debe traducirse en mejoras casi inmediatas de los resultados empresariales, al menos de aquellas compañías que hasta el momento están aguantando razonablemente bien esta fase de la crisis.
En ese sentido, las apuestas por los valores bancarios vienen a constatar que la inversión confía en que sea este sector uno de los primeros en ofrecer una mejor cara, todavía en plena recesión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de junio de 2009