España debe mucho, muchísimo, al juez Baltasar Garzón. Gracias, en gran medida, al juez Garzón, ETA es menos fuerte, hay muchos terroristas y narcotraficantes encarcelados, los corruptos huyen de él como de la peste y España está algo menos sucia que sin él.
Cuando desenmascaró a los culpables de los GAL, todos, sobre todo el PP, ensalzamos al juez Garzón, y el PP, incluso, casi lo eleva a los altares.
Pero le dio al juez por investigar asuntos oscuros que afectan a miembros del PP, porque el juez Garzón no se casa con nadie, y el PP pone el grito en el cielo y hasta le acusa de prevaricador, de connivencia con el PSOE y no sé de cuántas cosas más. Desde hace muchos años el juez Garzón está amenazado por ETA y por los narcotraficantes, es decir, por indeseables que quieren destruir físicamente al que, a juicio de muchos, ha sido, es y será el mejor juez que ha tenido España en muchos años. De una forma u otra, ETA, el PP y Manos Limpias coinciden en un mismo objetivo. Por algo será. ¡Qué pena.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de junio de 2009