Como no soy experto en asuntos judiciales, me gustaría que alguien me explicara cómo un tribunal es tan diligente en sus actuaciones en el caso Garzón y tan poco diligente en el caso Fabra; o cómo se recusa a un magistrado del Constitucional por su antigua relación con la Generalitat catalana en el caso del Estatut y no se hace lo mismo en el caso Camps con un magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Valencia que mantiene una relación más allá de la amistad con el señor Camps, según declaraciones del propio imputado.
Los ignorantes solemos ser muy atrevidos e, incluso, malpensados. ¿No será que la famosa venda está levantada del ojo derecho.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de junio de 2009