Tensión en Irán
En paradero desconocido, el derrotado candidato a la presidencia Mir Hosein Musaví exigió a través de su página web la anulación de las elecciones del pasado viernes y pidió a sus seguidores que continúen las protestas de forma legal. Mientras, decenas de miles de personas arroparon ayer en Teherán a Mahmud Ahmadineyad para celebrar su reelección como presidente de Irán.
Mahmud Ahmadineyad no defraudó a su audiencia. Sonriente, seguro de sí mismo, inició su intervención ante los periodistas con una plegaria por el pronto advenimiento del Mahdi (el Redentor de los chiíes) y dando las gracias al Altísimo por su elección.
Mir Hosein Musaví hizo ayer un llamamiento a sus partidarios para que mantengan su oposición al resultado electoral del viernes de forma pacífica. El mensaje, difundido a través de la página web de su campaña, no aclara el paradero del derrotado aspirante a la presidencia de la República Islámica.
Destinado a marcar su mandato recién estrenado, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pronunció ayer un discurso en el que las filigranas verbales pretendieron satisfacer tanto a Barack Obama como a sus socios de Gobierno de la extrema derecha. En la Universidad de Bar Ilán, bastión del sionismo religioso, Netanyahu satisfizo a medias las exigencias de la Casa Blanca.
Uno de los organismos internacionales informales más importantes del mundo es el llamado BRIC, que reúne a Brasil, Rusia, India y China (las iniciales dan nombre al grupo), y que se ha convertido en uno de los centros de debate más interesantes. Los líderes de los cuatro países, que se reunieron por primera vez en mayo de 2008, volverán a encontrarse mañana en Yekaterimburgo (Rusia).
El asunto no habría creado tanto revuelo en Italia si no fuera porque las rondas negras son promovidas por el ultraderechista Movimiento Social Italiano-Derecha Nacional (MSI-DN) de Gaetano Saya, activo fundador en los últimos diez años de una serie de minipartidos radicales y procesado en 2004 por difundir ideas sobre la superioridad y el odio raciales.
YOLANDA MONGE | Washington
Ultras y racistas cobran fuerza tras la elección del primer presidente negro