Los médicos dicen que está lista y le han dado el alta. Susan Boyle anunció ayer que cumplirá con la gira de conciertos que tiene programada, la misma que, tras su ingreso en un centro para tratarse de una crisis de estrés, estuvo a punto de suspenderse. No ganó el concurso Britain's Got Talent pero ha triunfado en todo el mundo a través de la Red, donde sus vídeos son los más vistos. Antes de terminar el programa, el agente de Boyle había firmado ya varios contratos. El más importante, por la resonancia que tendrá, la llevará el próximo 4 de julio a cantar en la Casa Blanca ante Obama.
Boyle reapareció el sábado en el Birmingham National Indoor Arena, donde al principio se mostró algo nerviosa e insegura, pero cuando cantó Memory from Cats, que interpretó en la semifinal del programa de talentos, su voz mejoró. Aunque de nuevo todas las alarmas se pusieron en marcha cuando canceló su presencia el domingo en una gala en Manchester. "Está bien, sólo quería descansar", ha dicho su agente.
La nueva estrella prepara un disco para las próximas navidades
Ayer Boyle, tras consultar con los médicos que la atienden y con sus agentes, decidió anunciar que cumplirá con todos sus compromisos. Eso sí, lo hará acompañada de cerca por una psicóloga que se encargará de ayudarla a superar la presión. La reaparición será en su tierra, en Glasgow, el próximo domingo.
Susan Boyle se ha convertido en un gran negocio. Cobra 117.000 euros por una actuación de 12 minutos, es decir, 9.000 euros por minuto. Se calcula que en estos meses ha ganado ya nueve millones, lo que le ha permitido comprarse una casa de 1,5 millones en Escocia. Además, la cantante ha firmado un importante contrato para grabar un disco que saldrá las próximas navidades e incluirá canciones de musicales y algunos de los villancicos más tradicionales. Nadie duda de que será un récord de ventas.
En esta nueva etapa, Boyle presenta una imagen bien distinta de la que ofreció en sus primeras actuaciones televisivas. Se ha arreglado el cabello, depilado las cejas y ha adelgazado notablemente. Su vestuario también ha cambiado. Ahora lleva ropa más moderna, que ha elegido con la ayuda de una estilista. "Estoy preparada", ha dicho Boyle al confirmar que vuelve a todo gas para cumplir con su gira, pero sólo el tiempo dirá si su estado emocional es más estable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de junio de 2009