Ricardo H. C., de 38 años, protagonizó entre la noche del domingo y la madrugada de ayer una de las persecuciones más largas que se recuerdan en la Comunidad de Madrid, en la que hirió a cuatro guardias civiles antes de ser tiroteado mortalmente por un agente. Tras darse a la fuga en un control en la provincia de Ávila, el hombre, supuestamente con problemas mentales, intentó echar a la cuneta a otro vehículo en la carretera M-501. Una patrulla intentó pararlo a la altura de la localidad madrileña de Navas del Rey, pero el automovilista continuó su fuga y logró sacar de la carretera al vehículo de los agentes, que quedó siniestro total. Los dos guardias civiles resultaron heridos. Después de 60 kilómetros de persecución, en Villamanta, se topó con varios coches patrulla que bloqueaban la carretera. Al sentirse acorralado, atropelló a un guardia. El compañero de éste le disparó cuatro tiros, ya que, según fuentes del caso, tenía la intención de arrollarlo de nuevo.
En Palma de Mallorca, otro conductor fue arrestado por tirotear a una patrulla de la Guardia Civil tras huir de un control.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de junio de 2009