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CARTAS AL DIRECTOR

Ahorro energético

No ha sido fácil, pero creo que por fin he encontrado la solución para que el cierre de Garoña no se convierta en la debacle del suministro eléctrico: cojan su ordenador y en vez de dejarlo en stand by cuando se van a comer o cuando se van a dormir, apáguenlo durante una hora. Sólo una hora al día. También pueden hacer el cálculo con otro electrodoméstico, por ejemplo la televisión, o el aire acondicionado, o la parabólica... en total, si reduce su consumo en cinco kilovatios hora al mes (que es, según las estadísticas al uso el 1,35% de su factura mensual)... la cosa se apaña.

Así de fácil. Ahorraremos la misma electricidad que está aportando la central de Garoña en estos momentos. Sin que su confort se vea afectado. Sin que su bolsillo se resienta. Sin tener que volver a las cavernas. Y, sobre todo, sin tener que dejar a nuestros hijos una terrible herencia de residuos nucleares, que se van a encontrar sin comerlo ni beberlo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de junio de 2009