El huerto de los Obama ha dado su primera cosecha. Dos meses después de que la esposa del presidente cogiera la azada y comenzara a trabajar una pequeña parcela al sur de la residencia oficial, Michelle Obama citó a los alumnos de la escuela primaria Bancroft, que en su día le ayudaron a plantar las semillas, para que le echaran una mano en la recogida.
La nevera de la Casa Blanca guarda 33 kilos de lechugas y cinco kilos de guisantes. El huerto ha dado también alguna col, acelgas y un pepino. Los 36 niños invitados ayudaron luego a preparar un sano almuerzo con las verduras y legumbres, dirigidos por el cocinero de la Casa Blanca.
Michelle Obama ha querido utilizar este huerto como un símbolo de que EE UU necesita comer comida más sana. "Muchos niños consumen alimentos con muchas calorías y poco valor nutricional y no hacen ejercicio", dijo la primera dama antes de sentarse a la mesa. "Espero que este huerto sirva para que la gente recuerde que existe una conexión entre lo que comemos y la salud".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de junio de 2009