Unos 5.000 policías municipales llegados de todas las comunidades autónomas se manifestaron ayer por la mañana en Madrid para pedir que se adelante la edad de jubilación a los 58 o 59 años. Este pase a la llamada segunda actividad ya se produce en el cuerpo de bomberos, en la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía.
La marcha arrancó a las doce del mediodía de la calle de Atocha y terminó en la plaza Mayor. Durante el recorrido, los agentes, vestidos con parte de sus uniformes o sus petos identificativos, hicieron sonar silbatos y bocinas. Algunos realizaron el recorrido en sillas de ruedas para mostrar las consecuencias, en su opinión, de seguir de servicio con 60 años o más. "Si un policía municipal no está con plenas facultades físicas no puede hacer bien su trabajo y genera más inseguridad que otra cosa. Tenemos que conseguir las mismas condiciones que otras policías", comentó Miguel Ángel Alonso, portavoz de la veintena de asociaciones y colectivos convocantes de la protesta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de junio de 2009