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La plena actividad del ITER se retrasa ocho años

El reactor internacional de fusión ITER, que se construye en Cadarache (Francia) empezará a funcionar en 2018, como estaba previsto, pero no podrá hacer los experimentos de fusión que son su objetivo hasta ocho años más tarde, en 2026, ha decidido el Consejo de Administración de este macroproyecto internacional, reunido en Japón. El ITER pretende demostrar la viabilidad de obtener energía a partir de la fusión de átomos de hidrógeno.

El aumento de los costes y la necesidad de ir comprobando el buen funcionamiento de los sistemas del reactor antes de empezar los experimentos con el plasma de deuterio-tritio son la razón de este retraso, decidido por los socios del proyecto: Unión Europea, China, India, Japón, Corea del Sur, Rusia y Estados Unidos.

Medios franceses han asegurado que el coste total de construcción del ITER puede alcanzar 10.000 millones de euros, el doble de lo previsto.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de junio de 2009