Un caballo montado por un fantasma recorrió ayer las instalaciones nocturnas del Sónar trotando al ritmo sincopado de los dj's. La imagen surrealista tenía su explicación: se trataba del rodaje de la película que se está rodando con vistas a la próxima edición del festival, cuya imagen, por lo que se ve, será fantasmagórica.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de junio de 2009