A pesar de todos los dimes y diretes, del debate sobre si se produce o no mucho cine en España -sí se distribuyen y se exhiben pocos títulos-, sí es cierto que aún hay películas que injustamente no encuentran salida en las salas comerciales. No son filmes experimentales ni rarezas de autores malditos, sino dignos trabajos sustraídos al público en general. El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Santa Isabel, 52) inicia mañana un ciclo titulado Visto y no visto, en el que recupera algunos de esos largometrajes, como Jardines colgantes, de Pablo Llorca, un veterano en estas lides de producciones de bajo presupuesto con resultados impresionantes en su calidad. O Sévigné (Júlia Berkowitz), de Marta Balletbò-Coll (viernes 26, a las 20.00). La cineasta catalana, realizadora de, entre otras, Costa Brava, reflexionó en 2004 sobre la obra epistolar de Madame de Sévigné y sobre lo que vive una prestigiosa directora teatral cuando decide poner en escena una obra sobre la aristócrata francesa. Una estupenda visión del amor dentro del amor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de junio de 2009