Quiero desde aquí mostrar mi más absoluta indignación por los 150 millones de euros que Caja Madrid ha prestado al equipo de Florentino Pérez, el Real Madrid.
Llevo más de 30 años siendo cliente de esta entidad y, además de no darme nunca ni un solo detalle, me negó hace un mes la subrogación de mi hipoteca desde otra entidad. Ni siquiera era una hipoteca nueva, sólo subrogarla y con recomendaciones favorables de mi otro banco para la operación.
No contentos con esto, se negaron desde atención al cliente a devolverme los 100 euros que me habían sustraído de la tarjeta en un robo. Y eso que yo la cancelé nada más robármela y la entidad no materializó la operación hasta dos horas más tarde, tiempo durante el cual se usó fraudulentamente dicha tarjeta.
La respuesta de Caja Madrid fue cuanto menos insultante. Y ahora, en plena crisis, cuando todas las entidades están recibiendo apoyo de los fondos del Estado que, son sacados de nuestros bolsillos, dan 150 millones para gastárselos en dos futbolistas. Y ni se avergüenzan. Ya lo decía mi abuela, dinero llama a dinero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de junio de 2009