El Consejo de Guardianes, una especie de cámara alta que sanciona los comicios en Irán, admitió ayer posibles irregularidades en tres millones de votos, pero afirma que eso no cambiará un resultado electoral rechazado por el candidato reformista Mir Hosein Musaví. En Teherán, un millar de sus seguidores volvieron a desafiar la prohibición de manifestarse pese al gran despliegue de basiyís la milicia que combate las protestas.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de junio de 2009