Ha muerto con el pañuelo quitado de la cabeza. Fíjate qué cosas. Porque en Irán está prohibido quitárselo. Sin periodistas extranjeros molestos que luego vayan "manipulando" la realidad.
Creo que la muerte de Neda no será en vano. Estoy seguro de que ayudará a recapacitar a mucha gente en el mundo entero sobre la venenosa mezcla de poder y religión. Irán es una pieza más del tablero internacional, es verdad. Pero no creo que fuera del Mosad ni de la CIA.
Me parece que muchas mujeres como ella buscan mejorar sus condiciones de vida. Su vida vale poco; según las leyes de Irán, la mitad que la de un hombre. Pero a lo mejor para mucha gente vale mucho.
Pija, niña rica, moderna de ciudad... cosas como éstas están diciendo de Neda. Y gente que se autodefine como progresista. Os están inmolando porque para ellos todo es una conspiración de Washington.
Pero creo que morir por lograr un Gobierno más abierto y tolerante, aunque sólo sea un poco más, merece un respeto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de junio de 2009