Sólo uno de cada 10 españoles vive de alquiler, mientras que en el resto de países de Europa el porcentaje ronda el 40%. El Congreso de los Diputados dio ayer un paso para cambiar esta realidad. La idea es dar más seguridad a los propietarios para animarlos a que arrienden sus viviendas.
La iniciativa aprobada en la Comisión de Justicia, que todavía tiene que pasar por el Senado, permitirá a los propietarios rescindir el contrato a sus inquilinos si necesitan la casa para su uso, el de familiares en primer grado (padres o hijos) o para su ex cónyuge. Votaron a favor PSOE, CiU y Grupo Mixto; el PP se abstuvo y el único voto negativo llegó del representante del grupo IU.
La norma agiliza además el proceso de desahucio de los inquilinos morosos. Y amplía los supuestos en los que no es obligatorio prorrogar el contrato de alquiler, que tiene una duración de cinco años.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de junio de 2009