La tradición de la Saca de las yeguas, establecida en 1504, hizo que 350 ganaderos movilizaran ayer unas 1.400 yeguas semisalvajes. Después de pasar la noche en el interior de Doñana, las yeguas se reunieron en las playas del Rocío, para desde allí dirigirse a Almonte. Esta edición comenzó el pasado 23 de junio cuando la primera reunión salió hacia la zona Marismilla Nueva. Desde ayer, la estancia durante cinco días en la localidad onubense permitirá que los ganaderos puedan hacerse cargo del herraje, la tuza (corte de las crines), la venta de potros y el marcaje de los equinos. Tras estos trabajos, los animales volverán a su hábitat durante otro año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de junio de 2009