Dos decenas de carrozas llenaron ayer la calle de Sepúlveda de música, fiesta y bastante pluma durante el primer desfile del orgullo gay de Barcelona, que buscó convertir la ciudad "en la referencia en el Mediterráneo para nuestra comunidad", según Antonio Guirado, presidente de la Coordinadora Gai-Lesbiana. Decenas de miles de personas y casi 30 asociaciones acudieron a este acto, que no estuvo exento de críticas de quienes lo consideran demasiado comercial. Lo organizaba la asociación de empresas para gays, cuyo presidente, David Martí, aseguró: "Se puede mezclar fiesta y reivindicación".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de junio de 2009