La presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, afirmó ayer que, "30 años después, es un momento estupendo para hablar de la reforma de la Constitución". Casas precisó que, aunque compete a los partidos la propuesta y debate de esa reforma, ella considera que "corresponde a una sociedad madura plantearse la reforma de un texto constitucional tan sabio como el de 1978". "Porque además, sería aplicar la propia Constitución en esa parte, en lo relativo a su reforma", subraya.
En una entrevista concedida a La Razón, la presidenta sostiene que la reforma "permitiría la renovación del pacto constituyente". "Así, las generaciones que no participaron en el debate constituyente (...) se vinculan también a la Constitución mediante la renovación del pacto", añade. Preguntada si ello no supondría abrir a la polémica aspectos sobre los que se pasó de puntillas en 1978, Casas replica: "No se trata de llevar a la sociedad una reforma que no desea".
La presidenta estima que "hay preceptos (...) que ya han cumplido su función, como el acceso a la autonomía política". "Igualmente", dice, "debería existir consenso para incorporar referencias a Europa, que ahora no existen. En cuanto a la igualdad de sexo en materia de sucesión a la Corona, no descubro nada si señalo que es algo en lo que coincide la sociedad".
Casas también aborda la sentencia, aún pendiente, sobre el Estatuto catalán. "Debería satisfacer a todos, porque será la aplicación de la propia Constitución", afirma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de junio de 2009