La viuda del policía asesinado por ETA Eduardo Puelles, Francisca Hernández no pudo acudir ayer a un acto en el que iba a recibir una serie de misivas de ánimo y condolencia, al encontrarse muy afectada por la muerte de su marido. El Consistorio de Arrigorriaga, municipio al que pertenece el barrio de Ollargan, donde residía y fue asesinado Puelles, había organizado un acto en el que Hernández recibiría los faxes, correos electrónicos y cartas de pésame y solidaridad con ella y su familia que ciudadanos e instituciones de toda España han enviado al Ayuntamiento de Arrigorriaga a lo largo de las últimas dos semanas.
La teniente alcalde de Arrigorriaga, la peneuvista Mari Sol Ibarrola, adelantó que la entrega de estos mensajes se pospondrá hasta la próxima semana. En un principio, la teniente alcalde había anunciado que el inicio de la entrega se vería retrasado una hora y media para dar tiempo a personarse en la casa consistorial a la viuda, que había acudido a la consulta del psiquiatra. Pero, transcurrido ese tiempo, la edil confirmó que Hernández no tenía ánimo suficiente para asistir a la cita.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de julio de 2009