Narrativa. La admirable y, por el momento, inagotable fertilidad creativa de Joyce Carol Oates nos ofrece en esta ocasión una indagación sobre una figura que, en otra pluma, tal vez no hubiera sorteado, como lo hace ella, el abuso del lugar común, el sentimentalismo o el melodrama. Mamá, no obstante, es demasiado extensa, y por ello incurre, irremediablemente, en alguna de estas deficiencias, aunque en una escala, por fortuna, casi imperceptible.
Nikki Eaton, la narradora, afronta con estupor los cambios producidos en su vida a raíz de la pérdida de su madre. Al no tratarse de una muerte natural, el efecto desestabilizador es fortísimo y la lleva a una radical experiencia sobre el valor del bien, la moralidad imperante y su elección vital al margen de la familia. El vacío de la madre opera como una instancia de reconstrucción de su personalidad. Y la novela se encarga, justamente, de llenar ese vacío. "Ésta es la historia de cuánto echo en falta a mi madre", dice en la primera página, y concluye, aprestando al lector a predecir su propia dolencia: "Algún día, de una forma única, será también tu historia".
Mamá
Joyce Carol Oates
Traducción de Carme Camps
Alfaguara. Madrid, 2009
479 páginas. 24,50 euros
En realidad esta novela es menos una historia que la exposición del pesar de una hija hacia su madre, a quien trató poco y mal en vida y que se le muestra, después de muerta, en una dimensión más compleja y a veces enigmática. Un descubrimiento que se va revelando, a lo largo de un año, en paralelo al duelo, a causa de las circunstancias dramáticas de la muerte.
Sin pretenderlo, Nikki Eaton toma contacto con numerosas personas que le brindan una visión imprevista de su madre, lo que supone para la narradora el acceso a un conocimiento que modificará su concepción existencial y cambiará su vida amorosa. Y, como es habitual en Oates, el desfile de personajes de distintos rangos profesionales conforma un perspicaz panorama de la clase media norteamericana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de julio de 2009