La fiesta ha terminado. La tozuda realidad ha despertardo de su sueño a los que sostenían que el libro era un refugio de ocio barato en tiempos de crisis. Las cifras de 2008 aguantaron el tipo, pero las del primer semestre de 2009 suponen un serio toque de atención.
Juan José Millás, una vez más, ha echado su imaginación a volar. Sus articuentos, ese hibrido entre cuento y artículo, ese género que el escritor ha definido como "textos muy directos" y que parecen "casi como un disparo", llegarán a sus lectores de una manera muy peculiar: por el teléfono móvil.
No se sabe dónde está su cuerpo, cuál será el programa de su último show ni quién pagará esta última bacanal. Pero estos detalles no detienen a los seguidores de Michael Jackson ni apagan la curiosidad morbosa que esta figura del espectáculo suscita.
El rostro afilado de Lope de Vega se proyectaba en múltiples imágenes de pop-art sobre la fachada del Ayuntamiento de Almagro mientras centenares de personas de todas las edades asistían embobadas al espectáculo de pintura escénica en acción de Suso 33.