No está claro que Magna se acabe llevando Opel al agua. El fabricante chino de automóviles Beijing Automotive (BAIC), propiedad del Gobierno, se ha ofrecido a adquirir una participación de la filial europea de la malograda General Motors (GM), desafiando el acuerdo alcanzado por el suministrador de piezas canadiense, informó ayer Reuters, que citó fuentes cercanas al proceso.
La oferta, según las mismas fuentes, no es vinculante, pero BAIC está dispuesta a presentar otra que sí lo sea a mediados de este mes de julio.
La oferta llega una semana antes de que termine el plazo para que los abogados de GM entreguen al juez federal que tramita la quiebra, Roberto Gerber, toda la documentación para el alumbramiento de "la nueva GM", con las marcas Chevrolet, Cadillac, Buick y la división de camiones.
Magna, apoyado por el banco ruso Sberbank, es el mejor posicionado para comprar Opel. Las fuentes aludidas explican que la junta directiva de Magna tiene intención de aprobar su plan empresarial para Opel el próximo 7 de julio.
El holding financiero belga RHJ International es el tercer contendiente en liza, aunque los analistas dudan de que pueda competir seriamente con las otras dos ofertas.
El ministro de Economía alemán, Jochen Homann, expresó sus dudas sobre si los planes de Magna son los más adecuados para Opel, tras conocerse un enfriamiento en las negociaciones entre el grupo canadiense y General Motors.
En cualquier caso, Homann recordó ayer a los interesados en Opel que sus planes deben cumplir la normativa comunitaria sobre ayudas de Estado. Berlín espera una investigación en profundidad de Bruselas al respecto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de julio de 2009