La CIG compensará a los trabajadores que secunden la huelga del metal de Pontevedra con 10 euros por cada día de paro, 20 euros si se trata de propios afiliados con más de un año de antigüedad, según anunció ayer Antolín Alcántara, responsable de negociación colectiva del sindicato. La central nacionalista trasladó ayer a Marín y Pontevedra sus protestas para reclamar un nuevo convenio.
UGT se ha desmarcado totalmente de la huelga de modo temporal y CC OO, aunque ayer la mantuvo, levanta la bandera de la unidad de acción, pero predispuesta a desconvocar las movilizaciones la próxima semana, dependiendo también de los acuerdos de una nueva asamblea de delegados de CIG celebrada ayer, a la que se llevó de nuevo esa propuesta, rechazada esta semana.
"Los que lleváis todos estos días de lucha estáis soportando una situación, si no dramática, por lo menos preocupante", señaló Alcántara para anunciar la compensación a los huelguistas. "Sé que no es mucho", dijo sobre los 10 euros, "pero os va a ayudar. La lucha se hace así, aguantando y ayudando, actuando solidariamente; si no, no tiene sentido". La organización del sindicato nacionalista, salvo que finalmente desconvoque las movilizaciones para la próxima semana, recogerá a partir de ahora una copia de las nóminas de los meses de mayo y junio para certificar los días de huelga y abonar la ayuda.
La ruptura de la unidad sindical se hizo patente ayer, tras la suspensión temporal de las movilizaciones por parte de UGT, pero "hasta que no se llegue a una solución no puede haber paz", afirmó ayer Alcántara, que reconoció un seguimiento de la huelga muy desigual. En las protestas de ayer en Marín y Pontevedra participaron unos 2.000 huelguistas. En Marín se concentraron durante hora y media ante la empresa Factoría Naval, custodiada por la policía. Después caminaron hasta Pontevedra y se manifestaron por el centro urbano, celebraron una asamblea en Pasarón y abandonaron la ciudad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de julio de 2009