El Banco de España ha dejado claro que no tiene intención de conformarse con parches. El reto no sólo consiste en sanear entidades financieras: quiere que el número de entidades en el mercado disminuya y apuesta por menos actores y más fuertes. Y eso pasa por las fusiones.
La paradoja, recuerdan en el sector, la aporta la multa que Competencia impuso a las cajas de Terrassa, Tarragona, Manresa y Baleares Sa Nostra en la década de los noventa. Esas entidades fueron acusadas de "restringir la competencia y los mercados" a raíz de un proyecto de cooperación que preveía mantener la independencia en la gestión, pero cooperar en proyectos y compartir costes en servicios inmobiliarios, mercadotecnia, seguros y las áreas de contratación. Ya entonces, uno de los impulsores del plan fue Enric Mata, director de Caixa Terrassa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de julio de 2009