Vuelve al Teatro Compac (Gran Vía 66. Del 9 al 19) la compañía Ballet Imperial Ruso, un nombre algo pretencioso para una modesta agrupación de 45 bailarines que ya ha visitado varias veces la ciudad y donde en algunas funciones se han encontrado jóvenes solistas notables. El director y fundador es Gedeminas Tarandá.
La compañía moscovita trae como primera entrega El lago de los cisnes, en una versión convencional, clásica podríamos decir, que se atiene a la tradición imperante en los grandes teatros rusos, la que procede del tronco Petipa-Ivanov, si bien en Moscú, hay otras intervenciones en el complejo coreográfico que hoy se pueden considerar históricas y han dejado su huella en el conjunto de la obra, desde Zajarov a Lavrovski o Grigorovich.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de julio de 2009