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"¿128 expedientes irregulares en Hacienda?" No me lo creo, no puede ser cierto"

Víctor Bravo nunca ha dejado de proclamar su inocencia en cualquiera de las diversas acusaciones de que ha sido objeto. Ya le ocurrió cuando tuvo que demostrar ante el juez, y con éxito final, la falta de pruebas de que adolecían las duras acusaciones de que era objeto por parte de Fernando Argote y Garbiñe Garagarza. Ahora vuelve a toparse con la Justicia ante la acusación de cinco delitos, que compartirá, entre otros, con su actual esposa, Arantza Arbelaitz.

Hasta ahora, Víctor Bravo sólo ha sufrido el mal trago de su paso por la comisión de investigación de las Juntas Generales de Guipúzcoa, de donde salió tocado. Hasta entonces, cuando ha sido preguntado por su grado de responsabilidad en las irregularidades imputadas a su hermano en la Hacienda de Irún mientras era su jefe máximo, siempre se ha desmarcado. En una entrevista tras conocerse las acusaciones contra José María Bravo, el entonces senador fue contundente: "estoy limpio como una patena". Incluso, preguntado por la existencia de 132 expedientes irregulares en la Hacienda de Guipúzcoa, de los cuales 128 correspondían a su mandato como director, Víctor Bravo dijo: "No me lo creo, eso no puede ser cierto.

Hacienda y PNV

Pero la actitud seguida por este licenciado en Derecho por la UPV, afiliado al PNV tras la traumática escisión Arzalluz-Garaikoetxea, no podría entenderse sin analizar su relación con Hacienda y con el partido, al que llegó recomendado por un veterano agente inmobiliario.

Desde su ocupación profesional siempre dispuso de una radiografía precisa sobre la economía provincial, con una proverbial facilidad para mantener estrechos contactos con los principales constructores que operaban en Guipúzcoa. Además, como se deduce de la reciente investigación de la Fiscalía tampoco le ha importado abrir las fronteras del territorio, asentado sobre la profesionalidad de un despacho como el de su empresa que sólo ha deparado sospechas por errores mínimos en sus años de intensa actividad, pero que ha dejado de ser infalible.

En el terreno político, Bravo no tuvo reparos en asegurar que "he recibido el apoyo desde el EBB en Bilbao y me han dicho: tú tranquilo'". Poco le duró la alegría. Bastó que pasara por la comisión de investigación de las Juntas para que su partido no quisiera saber nada de él. Otra cosa bien distinta es todo lo que él sabe sobre determinada gente del partido.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de julio de 2009