Hace semanas vaticinó que el caso Gürtel duraría sólo "un ratito largo". Lo dijo para insuflar ánimos al PP y quitar hierro a su imputación por un supuesto delito de cohecho. Ayer, apenas unas horas después de que el Tribunal Superior valenciano le situara a un paso de ser juzgado, Camps intentó de nuevo minimizar el procedimiento judicial en el que está inmerso.
"Quedan uno o dos escaloncitos y entonces toda esta cuestión tan extraña, tan absurda y tan estrafalaria habrá pasado", declaró el presidente valenciano en un acto celebrado a mediodía en Algemesí, localidad valenciana en la que paradójicamente se registró la empresa Orange Market en el verano de 2003. Allí presentó un proyecto de reforma del mercado municipal y la construcción de un aparcamiento. "Estoy convencido de que la verdad está más cerca que nunca, por eso estoy muy contento", insistió el presidente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 8 de julio de 2009