La Dirección de Tráfico del Gobierno vasco ha encargado un estudio sobre la posibilidad de instalar carriles reversibles en la A-8 entre Euskadi y Cantabria para evitar los problemas de atascos por accidentes, obras y otras contingencias. Esta medida fue analizada en la reunión que celebraron ayer en Santander la directora, Amparo López Antelo, y el delegado del Gobierno en la comunidad cántabra, Agustín Ibáñez.
Esta autopista tiene, en el tramo cántabro, una afluencia de cerca de 30.000 vehículos diarios en casi todo su trazado, que llegan a superar los 50.000 entre Castro Urdiales y el límite con Vizcaya. En la parte vizcaína, en jornadas y hora determinadas, se llegan a superar los 140.000 vehículos. Los fines de semana resultan frecuentes los atascos debido a la masiva afluencia de vizcaínos a las localidades turísticas de Cantabria.
La reunión de ayer, según informó el Gobierno vasco, permitió abrir una vía de comunicación y colaboración "que será permanente" entre los responsables de tráfico o de ambas comunidades. Otro compromiso fue la coordinación entre los centros de control de tráfico de Euskadi y Cantabria para intercambiar información permanente del estado de las carreteras y la puesta en marcha de campañas conjuntas de vigilancia y control y la actuación sobre la vía, con la posibilidad de que agentes de Tráfico puedan intervenir puntualmente en el otro territorio. Además, se analizarán las restricciones existentes a la circulación de camiones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 8 de julio de 2009