Sergio, el adolescente de 15 años acusado de haber degollado en noviembre de 2008 a su compañera de colegio, María Dolores, Maores, en Ripollet (Barcelona), se acogió ayer ante el juez a su derecho a no declarar. El menor se confesó un día después de los hechos autor material del crimen. Su compañero Luis, de 14 años, que le acompañaba el día del delito, negó su implicación.
El juicio contra ambos menores empezó ayer a puerta cerrada en el Juzgado de Menores número 3 de Barcelona. Los dos se enfrentan a una petición de pena de hasta ocho años de internamiento, la máxima para su edad.
El principal acusado contactó el pasado 1 de noviembre con Maores y fue a buscarla a su casa por la noche. La chica dijo a su familia que volvería en cinco minutos. Él y la menor iban delante y Luis, detrás. Los tres se conocían del colegio y se dirigieron a un descampado. La policía se incautó en su momento de los ordenadores de ambos chicos, que mantenían frecuentes contactos a través de la mensajería con Maores.
La versión ofrecida por Luis es que vio discutir a Sergio y a Maores y que intentó separarlos, pero que su amigo le pidió que se alejara porque, si no, sería peor para él. Por ello, según aseguró, ignora lo que sucedió después.
A las pocas horas, los Mosos d'Esquadra encontraron el cuerpo sin vida de Maores, degollada y con otras señales de violencia.
En el juicio también declaró como testigo un camionero que dormía esa noche en su vehículo y que asegura que oyó un quejido y vio a un chico "encima de un bulto".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 8 de julio de 2009