José Luis Rodríguez Zapatero ha decidido mantener a capa y espada la cita de la semana que viene y cerrar el acuerdo sobre financiación autonómica, con la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera, pese a las presiones en contra de la Generalitat de Cataluña y de algunas comunidades del PP.
El presidente dio instrucciones a sus colaboradores para que convocaran la reunión para la fecha a la que se había comprometido, la semana que viene. Zapatero no quiere más dilaciones, tras 11 meses de retraso, porque el Gobierno ha agotado su margen para negociar un modelo que prima la financiación de las comunidades de mayor población, compensa a las de mayor dispersión y envejecimiento, pone sobre la mesa más dinero que el previsto y reduce la distancia en financiación per cápita entre comunidades.
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Zapatero se plantó el miércoles por la noche. Pretendía, con la presión de una fecha inamovible, de que la Generalitat de Cataluña zanjara el pulso que ERC había echado al PSC. Los republicanos habían exigido retrasar la convocatoria para presentar nuevas demandas, pero ayer flexibilizaron su postura.
En cuanto a la petición de algunas comunidades del PP para retrasar la convocatoria, La Moncloa vio tras su actitud la mano de Rajoy para impedir que Zapatero acuda a fines de julio al debate sobre la crisis en el Congreso sin el acuerdo de financiación autonómica, lo que le haría más vulnerable.
El Gobierno calcula que la próxima semana habrá pacto sobre financiación autonómica en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, con el voto negativo de las comunidades del PP. Pero que en las comisiones mixtas con el Gobierno lo aceptarán en la práctica al recoger el dinero que les corresponde en el reparto. Como en otras ocasiones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de julio de 2009