En 2005 Volvo estrenaba el motor 1.6D turbodiésel en el S40, con un consumo de 4,9 litros. En 2008 el propulsor llegó a los C30, S40 y V50, y unido a las mejoras mecánicas y aerodinámicas que se agrupan bajo la etiqueta DRIVe, reservada a los Volvo más eficientes, el gasto bajó a 4,4 litros. Ahora, llega la segunda generación DRIVe, que completa el motor 1.6D con el sistema Start&Stop y otros avances para reducir de nuevo el consumo a 3,9 litros, 0,5 menos que antes, y las emisiones de CO2 a 104 g/km. Además, según Peter Ewerstrand, responsable de compatibilidad ambiental de Volvo, "el objetivo es reducir 5 g/km por año las emisiones de nuestros motores". Así, en 2010 el 1.6D debería bajar a 99 g/km, lo que equivale a 3,8 litros.
Los nuevos C30, S40 y V50 DRIVe cuestan 21.715, 24.665 y 26.140 euros, respectivamente. Comparten el motor 1.6D (109 CV) con un cambio manual de cinco marchas, y se sitúan entre los familiares más eficientes de su tamaño. El Start&Stop, gran responsable de la mejora frente a la anterior generación DRIVe, cala el propulsor cuando el coche se para en semáforos y atascos, y lo vuelve a arrancar automáticamente al reiniciar la marcha. Además, incluye un dispositivo de encendido especial que soporta hasta 175.000 arranques y paradas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de julio de 2009