Los chabolistas de Sevilla han vuelto a reagruparse y se asentaron ayer en unos terrenos privados del municipio sevillano de San Juan de Aznalfarache tras haberse dispersado el pasado domingo en casas de sus familiares. Ahora son más de 80 adultos, correspondientes a las 41 familias cuyas casas están precintadas, los que esperan soluciones. "Queremos una casa, o un sitio en el que no tengamos que movernos más", dice Aurora, una de las chabolistas. Estas familias ya han intentado asentarse hasta en seis lugares, de los que han sido desalojados.
Los menores están resguardados en casas de familiares. "Los niños están estupendamente. Somos los mayores los que estamos en la calle", asegura.
El alcalde de San Juan de Aznalfarache, Juan Ramón Troncoso, pidió ayer apoyo a la Policía y la intervención de la Subdelegación del Gobierno para que conminara a los chabolistas a marcharse, como ya hizo la semana pasada, cuando los chabolistas fueron por primera vez a esos terrenos. Pero en esta ocasión, los chabolistas se resisten. "No nos vamos a ir", sentencia Aurora. "No nos movemos porque estamos ya destrozados, y tampoco nos iremos aunque sea con orden judicial", agrega.
El alcalde de Sevilla y fuentes de la Consejería de Gobernación confirmaron ayer que siguen trabajando para solucionar el caso, que comenzó el pasado 29 de marzo al morir un joven de una bala perdida en una reyerta. Estas 41 familias huyeron por posibles represalias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de julio de 2009