El Ibex 35 consiguió ayer un nuevo máximo anual al terminar la sesión en 9.997,60 puntos, el 0,93% por encima del día anterior. La sensación de los inversores, sin embargo, no era demasiado optimista al cierre de la jornada, ya que a lo largo de la mañana, el principal índice de la Bolsa española había llegado hasta los 10.096,30 puntos, nuevo máximo anual intradía, con lo que al final la sensación era agridulce.
Una vez más fueron los valores bancarios, junto con Telefónica, los encargados de tirar del mercado por el importante cambio que aportará a sus resultados la rebaja de provisiones decidida por el Banco de España.
El polo opuesto a la situación de la banca estaba en Zeltia, cuya cotización resultó severamente castigada tras el rechazo de la agencia estadounidense del medicamento a su fármaco estrella, Yondelis. Las acciones de Zeltia tuvieron que esperar casi dos horas para empezar a cotizar por la excesiva presión del papel, que obligó a los responsables del mercado a ampliar en varias ocasiones el margen de fluctuación del precio hasta que se logró casar operaciones a 2,65 euros, con una caída del 45,2%. Al cierre de la sesión, las acciones de Zeltia perdieron el 34,65%, algo que muchos analistas consideraban excesivo, pero que da una idea muy aproximada de la tensión vivida en las últimas horas.
La Bolsa de Nueva York no logró definir un rumbo concreto tras la publicación de resultados del banco JP Morgan Chase. Las cotizaciones mejoraron en principio, pero las dificultades de algunas financieras minaron la confianza de los inversores en el sector. En esa misma línea actuaba el índice de la FED de Filadelfia del mes de julio, que ofreció un retroceso de la actividad manufacturera en la región tras la importante recuperación del mes anterior. Las nuevas solicitudes semanales de subsidio de desempleo concedieron una tregua al descender en 47.000 peticiones, al tiempo que las solicitudes continuas, de más de una semana, descendieron en 642.000 hasta 6,2 millones.
En conjunto, lo único que ayer sacaron los inversores en limpio fue la enorme sensación de inestabilidad que aporta la subida de los índices. La llegada del Ibex 35 a los 10.000 puntos, un nivel desconocido en casi nueve meses, cuenta con muy pocos apoyos en la economía real.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de julio de 2009