Nawaz Sharif, el político más popular de Pakistán, tiene abiertas las puertas al Gobierno. El Tribunal Supremo le absolvió ayer de los cargos de secuestro de un avión y terrorismo, que pesaban contra el ex primer ministro desde el golpe de Estado con que el general Pervez Musharraf le apartó del poder, en 1999.
Sharif decidió el 12 de octubre de 1999 destituir al hombre que había nombrado jefe del Ejército y ordenó que desviaran el avión en que viajaba hacia un aeropuerto de la provincia de Sind. Las maniobras del general le permitieron llegar a Karachi -la principal ciudad del país- y acabar con el Gobierno de Sharif. La dictadura de Musharraf se prolongó hasta 2008.
El ex primer ministro regresó a Pakistán, tras exiliarse en Arabia Saudí, poco antes de las elecciones generales de febrero de 2008, pero la Justicia no le permitió presentarse por los cargos que tenía pendientes. El Supremo sentenció que las acusaciones "no tienen base".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de julio de 2009