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CARTAS AL DIRECTOR

Moratinos y sus razones

Leo con verdadero estupor el artículo publicado el 16 de julio por el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en la sección de Opinión de este diario, Mil millones de razones silenciosas. En dicho texto, el ministro aboga por que los países ricos, aún y a pesar de la crisis económica que nos acecha, debemos ayudar ahora más que nunca a los países pobres, que sufren en silencio sus desastrosas consecuencias.

Para ahondar en su mensaje humanitario, el ministro intenta hacernos derramar una lagrimilla de compasión por el pequeño haitiano Pierre, que puede morir por un resfriado, o por Aminata, la campesina maliense que por fin puede regar el mijo con mangueras made in Spain.

Y es entonces cuando mi disfraz de subversivo se revuelve en el armario y me hace preguntar: ¿le mostró Moratinos el borrador de este artículo a Obiang en la visita que ha realizado a Guinea hace escasos días con motivo del cuadragésimo aniversario de la independencia de la antigua colonia española? ¿Tuvo el arrojo de pedirle, no mil sino un millón de razones -tantas como habitantes tiene Guinea-, en voz alta a Obiang para que el petróleo guineano mejore la calidad de vida de sus conciudadanos? ¿Sabe Moratinos que también en Guinea los niños de cuatro años se mueren por unas anginas?

¿Por qué será que semejante artículo me ha dejado el hígado -y el alma socialista- hecho polvo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de julio de 2009