El trayecto en coche desde la glorieta de Bilbao hasta la Gran Vía ya es cosa del pasado. El Ayuntamiento ha decidido ceder a los peatones la exclusividad de la mayor parte de la calle (hasta el número 50). El Consistorio pretende que las remodelaciones doten de una nueva imagen y funcionalidad a esta comercial avenida, que en su desembocadura confluye con Gran Vía y la calle de la Montera, otros dos puntos calientes para el comercio madrileño.
Los cambios más destacados en los 8.000 metros cuadrados que se pavimentarán serán la instalación de 63 puntos de alumbrado, 20 bancos y 30 árboles, sumados a los 130 que ya existen.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de julio de 2009