La política de "tolerancia cero" del Gobierno vasco contra el mundo político que no condena la violencia de ETA ha llegado a las pegatinas de presos de la organización terrorista. Agentes de la Ertzaintza detuvieron el domingo en el barrio bilbaíno de Santutxu a dos personas que llevaban sendas pegatinas de presos. Los ertzainas acusaron a los dos arrestados de enaltecimiento del terrorismo y de desobediencia grave, según informó ayer el Movimiento pro Amnistía. Los agentes solicitaron las identificaciones a las dos personas. Sin embargo, no las llevaban encima y no se quitaron las pegatinas. Finalmente fueron detenidos y, tras pasar por comisaría, puestos en libertad.
Además, la Ertzaintza ha retirado en las últimas horas diversas pancartas en favor de los presos de ETA de las txosnas en Santurtzi y Sopelana. En Santurtzi, los policías retiraron también la placa en recuerdo a Igor Angulo, un etarra que falleció en la prisión de Cuenca en 2006. Según el movimiento de apoyo a los presos, agentes de la Ertzaintza identificaron el pasado viernes a 20 personas que estaban realizando turnos en el recinto festivo. En Sopelana, la empresa de limpieza Cespa, contratada por el Ayuntamiento, eliminó, escoltada por la Ertzaintza, las pintadas en Larrabasterra. El domingo pasado, en Ibarra, retiraron las imágenes de presos de ETA pintadas en las paredes del municipio, borradas con pintura gris, mientras un amplio dispositivo policial protegía al pintor.
El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, dijo ayer que el Ejecutivo socialista está actuando en este tema "con precipitación" por no tener en cuenta al resto de instituciones, ni dar instrucciones claras. En declaraciones a ETB, afirmó que el Gobierno "parió mal" la política de retirar los carteles de presos. Aralar abundó en que estas actuaciones carecen de "base jurídica", no sirven para avanzar "hacia una convivencia pacífica" y "generan tensión".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de julio de 2009