Burgos, Teruel, Pamplona, Palencia, Vitoria, Alicante, Guadalajara, Madrid, Ciudad Real, Soria... decenas de puntos de la geografía española se quemaban ayer simultáneamente. El goteo de fuegos fue incesante. No obstante, lo peor se vivió en Horta de Sant Joan (Tarragona) y en Uña y Poyatos (Cuenca), donde las llamas se avivaron por el viento, y siguieron devorando todo lo que hallaban a su paso. Anoche se mantenían activos al menos una veintena de incendios en ocho comunidades. Las autonomías con mayor número de fuegos, donde intervinieron medios del Gobierno central, fueron Castilla y León, con cinco; Aragón y Castilla-La Mancha, con cuatro, y Cataluña, con tres.
El humo y las llamas provocaron el desalojo de más de 240 niños en varios puntos de la Serranía de Cuenca, y alrededor de 1.000 habitantes de cinco pequeñas localidades del sureste de Teruel (La Cirujeda, La Cañadilla, Alloza, o Ejulve La Zoma), tuvieron que abandonar sus casas. Sergio, un vecino de la localidad turolense de La Zoma señalaba: "Es un incendio de grandísimas dimensiones y sólo han venido dos personas de un retén. Las llamas están a 100 metros de las casas. Es imposible apagar el fuego, pero estamos luchando contra él como podemos". Aragón vivió su peor jornada de incendios desde 1994. Sólo en Teruel el fuego arrasó 4.500 hectáreas. Las llamas también obligaron a cortar varias carreteras, como A-301, en La Carolina (Jaén).
MÁS INFORMACIÓN
Según Medio Ambiente la mayoría de los medios se concentran en Cuenca, Teruel y Tarragona, pero el ministerio "tiene capacidad para redistribuir los medios inmediatamente en caso de que sean necesarios a cientos de kilómetros". Según las mismas fuentes, los últimos dos días han sido especialmente malos porque se ha cumplido la regla de "las tres 30: más de 30 grados, menos del 30% de humedad relativa y vientos de más de 30 kilómetros por hora". Defensa también tuvo que intervenir, con la Unidad de Emergencias en tres provincias, y otras dos más solicitaron su ayuda para luchar contra el fuego. Precisamente en Cuenca se estrenó ayer el El Supertanker, un Boeing 747 que tiene capacidad para 76.000 litros de agua.
Según fuentes de Protección Civil, el hecho de que se esté "un poco por encima de la media del decenio" en cuanto a hectáreas quemadas se debe a las altas temperaturas, la sequía y, "sobre todo, por el viento". Las mismas fuentes indican que "a priori" la inmensa mayoría no ha sido provocada. No obstante, tras el de Cuenca, sí parece que hay una mano negra, como confirmó ayer el consejero de Agricultura, José Martínez Guijarro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 23 de julio de 2009