El Banco de Valencia obtuvo un beneficio neto atribuido de 71,76 millones de euros entre enero y junio, el 9,88% menos que en idéntico periodo de 2008, debido a que la entidad optó por destinar parte de sus ganancias a provisiones y reforzar así su solvencia. Según informó ayer el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, las provisiones para insolvencias ascendían, a cierre de junio, a 605,101 millones de euros, el 54,5% más que un año antes, para cubrir un índice de morosidad que se multiplicó por 3,5 veces y se situó en el 4,16%, frente al 1,20% de un año antes. La cobertura de la morosidad se situó en el 77,49%, algo menos de la mitad que el 176% de junio de 2008, si bien está en niveles similares a los que tenía al finalizar el ejercicio, con lo que no ha empeorado mucho en los últimos seis meses, según señaló el banco.
La cartera crediticia se mantuvo prácticamente plana en comparación interanual, al crecer sólo el 0,15% y situarse en 18.305,9 millones de euros. La entidad gestionaba a 30 de junio recursos propios de 17.453 millones de euros, un 4,44% más. El volumen de negocio creció el 2,86% y superó los 36.336 millones. La entidad mantenía en junio un exceso de capital de 469 millones de euros por encima de los requisitos legales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de julio de 2009