El proceso de diálogo social saltó ayer por los aires. En tono duro, el propio presidente José Luis Rodríguez Zapatero escenificó la ruptura tras el Consejo de Ministros y arremetió contra la patronal CEOE, a la que acusó de poner en peligro la estabilidad de la Seguridad Social y el sistema de pensiones por pedir rebajas de cotizaciones y querer recortar derechos de los trabajadores. Zapatero usó como argumento una supuesta exigencia de despido libre por parte de los empresarios, algo que la patronal negó y que sólo una interpretación forzada de su última propuesta permite deducir. El Gobierno aprobará ahora por decreto-ley algunas de las medidas negociadas, como las ayudas a parados sin subsidio. La ruptura se produce el día en que se conoció que la cifra de parados alcanzó en el segundo trimestre un récord de 4.137.500 personas.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de julio de 2009