Como último programa de la temporada del Ballet Imperial Ruso en el teatro Compac Gran Vía (de martes 28 a viernes 31: 20.30; sábado 1: 19.00 y 22.00; domingo 2: 19.00), sube a escena Don Quijote. Es la coreografía de Marius Petipa revisada a principios de siglo XX por Alexandr Gorski y adaptada ahora por el director del conjunto, Gediminas Taranda. Los decorados son de Andréi Zlobin, y el vestuario, de Camila Yacubova.
Taranda conoce muy bien la pieza desde sus inicios como bailarín en el Bolshói moscovita, y ésa es la referencia estética de su montaje. De todos los ballets clásicos que sobreviven hasta hoy, es probablemente Don Quijote el que más se aviene en cuanto conservación a un lejano original, y eso es en parte por la fuerte impronta estilística que impone la danza española y sus maneras, y a la estructura literaria de su libreto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de julio de 2009