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Un 'niño' para liderar Europa

Los escritores Antonio Tabucchi y Norman Manea repasan en San Sebastián el futuro de la Unión Europea y sus dificultades

La Unión Europea no termina de engranar todos sus componentes. Esta es la percepción de los escritores Norman Manea y Antonio Tabucchi, rumano el primero, italiano el segundo, que han participado en San Sebastián en XXI Seminario sobre Europa Central, dedicado al 20º aniversario de la caída del Muro, dentro de los Cursos de Verano de la UPV. El Tratado de Lisboa, la falta de participación ciudadana en las últimas elecciones al Parlamento de Estrasburgo, la excesiva burocratización, la carencia de una política común y la plena integración de los países del Este son algunos de los cabos sueltos del sueño de una Europa unida.

¿Quién debería ser el primer presidente del Consejo de Europa? "Un niño de doce años, porque a esa edad son inteligentes, inocentes y tienen buenas intenciones", responde Manea sin dudarlo. El cargo que propone el Tratado de Lisboa, de una duración de dos años y medio, podría llevar el nombre de Tony Blair, candidatura sobre la que recela Antonio Tabucchi, por considerar a este político "euroescéptico". Sin embargo, la hostilidad soterrada que el autor de Sostiene Pereira detecta en el viejo continente hacia el nuevo presidente estadounidense hace que tampoco apueste por buscar un Barack Obama europeo. Según este escritor italiano enamorado de la obra del portugués Fernando Pessoa, Europa está actualmente más cercana a la ideología del anterior presidente estadounidense, George Bush. Considera que, bajo la expectación despertada a este lado del Atlántico por la llegada al poder de un presidente negro, existe "una mirada no tan simpática ante un señor que quiere mudar la política de Bush". Sin embargo, Manea, profesor universitario en EE UU tras exiliarse de Rumania en tiempos de Ceaucescu, cree que a la vieja Europa no le vendría mal el impulso de una figura con el empuje de Obama.

La identidad europea está en "los derechos humanos", afirma Tabucchi

Pero sea cual sea la identidad del futuro presidente de la UE, Manea y Tabucchi reivindican elecciones directas para elegirlo y evitar que sea seleccionado de forma dirigida y "antidemocrática" por los núcleos dirigentes de la Unión. El escritor italiano achaca a la propia UE la falta de participación en las últimas europeas. Sus instituciones, apunta, deben presentarse al ciudadano de forma más creíble, por medio de una política que sea realmente común. Los proyectos "espirituales también tienen que ser alimentados, no basta con la mera burocracia", insiste Tabucchi, que echa de menos un enfoque "más humanista" de la construcción europea

Respecto a la adhesión de nuevos países, Manea, nacido en uno de los últimos incorporados a la Unión, se muestra favorable a la entrada de Turquía. Prefiere la diferencia que aportaría un país islámico a una UE perfectamente cohesionada en su sustrato cristiano. "En el momento en que se impone la perfección a los seres humanos se da el paso al desastre". Tabucchi defiende también la adhesión turca a la UE por razones estratégicas y porque "el rol de Turquía puede ser el de buscar una mirada más tolerante hacia el Islam". Lo paradójico del debate, apunta el italiano es que dentro de la propia UE existen hoy países que creen menos en ella que Turquía, o "quieren una Europa sin Europa".

Con estas tensiones internas, la vivencia de una verdadera identidad europea entre los ciudadanos, en un marco cada vez más amplio y plural, debe ser un medio, no un fin, opina Manea. Para el autor de Felicidad obligatoria, lo esencial es definir una moral pública compartida. Tabucchi, sin embargo, rechaza que una identidad europea pueda ser el necesario factor de cohesión continental y opina que aquélla debe basarse "en los derechos humanos".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de julio de 2009