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Netanyahu y el enviado de Obama discuten sobre los asentamientos judíos

Casi tres horas de reunión se resumen en dos palabras diplomáticamente vagas. "Buenos progresos", aseguró George Mitchell, enviado de la Casa Blanca para Oriente Próximo, en referencia a las negociaciones con el primer ministro israelí sobre la congelación de la construcción en las colonias de la Cisjordania ocupada. Benjamín Netanyahu habló de un acercamiento que permite continuar el proceso diplomático.

Es decir, de momento no hay acuerdo para que israelíes y palestinos puedan reiniciar el diálogo. El presidente palestino, Mahmud Abbas, asegura que no se citará con Netanyahu si la edificación en los asentamientos no es antes detenida. Es una de las premisas de Mitchell que diferencian este proceso del nacido en Annapolis en noviembre de 2007 bajo el mandato de George W. Bush: no puede negociarse mientras sobre el terreno acontezcan sucesos que pueden hacer descarrilar la negociación en cualquier momento. Y la construcción en las colonias lo es. Como lo sería un atentado de las milicias palestinas.

Netanyahu se niega a ordenar la paralización de la construcción de 2.500 viviendas en Cisjordania. Es más, el lunes, decenas de colonos adolescentes establecieron un pequeño asentamiento en las cercanías de la ciudad de Tulkarem. El Ejército se limitó a contemplar la escena.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de julio de 2009