¿Es una reliquia o un tesoro arquitectónico? El Century Plaza, un hotel de Los Ángeles de sinuosas curvas, diseñado en los años sesenta por Minoru Yamasaki, padre de las célebres y desaparecidas Torres Gemelas, parece tener los días contados. Eso si la actriz Diane Keaton no lo evita.
El año pasado, el empresario Michael Rosenfeld compró el hotel, de 19 plantas, por 258 millones de euros. En principio, no se sabía si lo remodelaría o lo demolería. Al final se decantó por lo segundo, con la idea de construir dos inmensas torres diseñadas por la firma neoyorquina Pei Cobb Freed & Partners para alojar un hotel y un complejo de apartamentos. El nuevo dueño cuenta con el apoyo del gobierno local, que quiere revitalizar la zona, que aloja oficinas.
Pero con Diane Keaton se ha topado. La actriz, que en su época dorada fue musa de Woody Allen, ya trató de salvar un hotel: el Ambassador, en el bulevar de Wilshire, el lugar exacto en el que murió Robert Kennedy a tiros en 1968. No lo consiguió. Ahora se ha embarcado en una campaña a favor del Century Plaza. "Hace tres años", dijo en un acto el pasado abril, "hablé antes de la destrucción del hotel Ambassador. Dije que la próxima vez que algo así ocurriera haría un esfuerzo aún más grande. Y aquí estamos de nuevo con un hotel histórico al borde del abismo del olvido".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de julio de 2009