¿Cuántos árboles se habrán quemado con los incendios de esta semana? Estimen que más del millón. Se nos prometió plantar 45 millones, aunque nunca se dijo por qué ni para qué. No sé si se han plantado pero, visto lo visto, casi preferiría que no. Pero no quiero hablar de árboles, sino de personas. ¿Por qué no prevenimos los incendios y, con ello, muchas de las muertes que se producen?
Prácticamente todos los años alguien fallece por su causa aun cuando no son noticia si son sólo uno o dos. Pero pierden la vida salvando nuestro patrimonio natural y nuestras viviendas, cada vez más cerca del bosque, porque cada vez hay más bosques. Las únicas medidas que se ponen en marcha son más medios para la extinción: helicópteros, hidroaviones, brigadas helitransportadas..., que además, con vientos como los de esta semana, son poco operativos.
Es como contratar más médicos para el otoño a la espera de la gripe A, que será cuando con más virulencia se manifieste, en vez de comprar vacunas. Y al igual que nos proveemos de vacunas en verano, debemos prevenir los incendios en el invierno.
Y nada mejor que invertir en gestión, en su aprovechamiento ordenado, cortando árboles y sembrando en sus huecos para que hoy y mañana tengamos montes y disfrutemos de sus productos. Consumimos productos del monte todos los días del año y más de la mitad los importamos porque sacarlos de nuestros montes no es rentable. Si lo hiciéramos, nuestros bosques serían más resistentes al fuego, habría menos incendios y evitaríamos más muertes por su causa. Y una vez que invirtamos en gestión, adelante, plantemos más. Es cierto que seguirá habiendo incendios en España, pero serían menos; los inevitables.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de julio de 2009