Ninguna medida tendrá tanta repercusión en la audiencia de TVE como la supresión de la publicidad. La cadena se verá obligada a cambiar la manera de producir y empaquetar los programas y los espectadores habrán de acostumbrarse a una pantalla sin anuncios. A partir de septiembre, TVE dejará de comercializar publicidad aunque se respetarán los contratos suscritos con las agencias hasta finales de año. Afectarán, especialmente, al negocio de los juguetes y del turrón, que ya han puesto en marcha la campaña navideña.
El sector audiovisual calcula que en los próximos meses el tiempo que TVE dedica a la publicidad se habrá desplomado. Estima que emitirá unos cuatro minutos de anuncios por hora (ahora el tope son diez). La cadena pública elude dar datos: "No tenemos nada que decir", responde al ser preguntada por el nuevo modelo de financiación, la medida más revolucionaria en su medio siglo de historia. La ley que permite este cambio radical fue aprobada ayer definitivamente en el Senado por 130 votos a favor, 2 en contra y 118 abstenciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de julio de 2009